Orquídeas

Deja ya de llorar, limpia tus ojos, levanta tu cabeza,

enséñame tu alma, demuestra que el amor es eterno,

que hoy no se acaba, que la dicha no termina!

Como aquella orquídea en el invierno te encontré,

tan fría como el hielo, tan pálida como la muerte,

y sin embargo, y sin perder la razón, he de decirte una cosa:

Fuiste el frio mas acogedor, y la muerte mas hermosa!

Mis ojos empezaron a matarme con aquel juego infernal,

sin embargo tu risa y tu llanto se convertían en mi placer carnal.

Fuiste la mujer que caminaba por mis fantasias,

quien conocio cientos de palacios de oro y de marfil.

He de preguntarme mil preguntas, ninguna podrás contestar,

el amor me tiene libre, mis ojos ya me tienen preso.

Fuiste mi creadora, y yo tu creacion, no paro de protestar,

de aquel día en que te recogí, en el que el destino me llevo a mi perdición.

Sin embargo hay algo que mantiene este lazo lleno de fervor,
una pequeña muestra de la infinidad del universo, que en tu boca encontré,
un momento de enojo, tristeza, confusión, pero que resumido me dejo tu amor.

Si tan solo fuera ciego.