1.3.11

Tristesse à Paris



En marmoles se esbozan las paginas del pasado.
Como anhelo abrir mis ojos y solo recordar,
Recordar como tu vestido engalanaba mi cabalgado,
Y como tu caminar no buscaba mas que consolidar,
Los momentos en los que necesite un fantasma,
Y un oido que pretendiera escuchar mi legado.
Sobraban, mas nunca me senti tan desalentado como hoy.

Las sombras me lo decian, cada noche de invierno,
Y ni el frio mas helado me consentia cerrar los ojos,
Confinado me empeze a sentir, en un aposento de azulejos,
Cabizbajo y sin un futuro en el que pudieramos encontrarnos.

Como pretendia entonces al alba de cada aciago dia,
Escuchar y responder como si no existieran tales palabras,
Taciturnas mis ideas, mi corazon me lo reiteraba, y me lo reprendia,
Pero mi sordo oido jamas me permitio escuchar mas alla.

Mientras las refugiadas lenguas en Paris se manifiestaban,
Desvanecian mis apegos, y con ellos los lazos que me unian,
Lazos que jamas crei que se pudieran quebrantar, ahora tempestaban.
Lloraban, gritaban, e imploraban salir, mientras el sol, lento se ponia.

Etereas son mis razones y al parecer falsos mis juramentos,
Entre linea y linea, se asomaba la razon, despues la fria caridad.
Mis orquideas condolecian en la obscuridad de mi imaginaria noche,
La fortaleza que siempre me mantenia de pie, cenizas ahora era.

Los violines ya oxidados, jamas habian cantado en tan triste tono,
Y los cuerpos celestes jamas habian brillado con tanto abandono.
Que voy a hacer si mi paso resulta ser distinto al tuyo?
Si las piedras en mi camino son mas grandes que las del tuyo?

Debajo de una hoja seca estara siempre tu fotografia.
Ni el viento mas borrascoso podra jamas levantarla.
Y aunque solo sea un inutil detrimento,
Al final tambien sera una desgracia,
Que el dolor pudo mas que la distancia.