Abandoname, huye y escondete de mi,
No dejes que el sol te alcanze nunca,
Ni permitas a la luna tocar tu piel,
Que ella se envuelva en la sabana blanca,
Que sus lagrimas corran, lentas como miel,
El calor de mis manos te abandonara lentamente,
El oceano te tragara cual serpiente hambrienta,
Te escupira a los fuegos de mi torcida mente,
Te esclavizara, atada eternamente a una piedra.
Solo yo escuchare las plegarias de tu corazon.
Brilla, hija de todas las luces en la obscuridad.
Brilla porque ya no nos quedan mas dias que respirar,
Porque no tenemos monedas para tirar en la eternidad,
Y motivos faltan por los cuales una vida poder decolorar.
Las estrellas mueren, el cielo se rompe en pedazos.
Caen cientas de cenizas ardiendo en llamas celestiales,
Se rompen las fronteras entre el mal y el deseo,
Y una orquidea, desprendiendo particulas centelleantes,
Cae muerta en la arena del desierto, sangrando rios.
Que los veranos se lleven tus retratos ya olvidados,
Donde no se tenga mas que las memorias de lo arraigados,
Abandoname, y llevate estos frios recuerdos.
Que son solo recuerdos.
Solo eso.
Solo eso.